Siempre tus ojos más allá del oro reluciente de un sábado sin sentido, sin dirección, sin retorno. Cuando el remolino te haya alcanzado, ¿hacia dónde irás? Siempre viajando como hoja al viento y contra la corriente. Como el salmón, nadando hacia la cresta solar, hacia la aurora boreal...
No tienes más que pedirlo, solo estirar la mano y tocar mis cabellos crespos y despeinados. Solo una mirada tuya, techando mis pestañas y la risa viva contra todos mis pronósticos.
1 de Junio de 2012
San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca
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