domingo, 23 de agosto de 2009

Aquí nada sucede.




¿Pero que sucede aquí? Ya hasta los gatos suenan más amigables. Estas distancias tan relativas nos acercan cada vez más al inexorable final, de aquel que siempre estamos queriendo escapar, pero que eventualmente habrá de alcanzarnos y nos llevará con él. Hasta el final. Pero no se puede tenerlo todo. A veces, habrá que dar nuestro bracito a torcer y dejar la manita de puerco donde está, para poder seguir siendo lo que deseábamos ser alguna vez.

21 de Febrero de 2007.
Xalapa de Enríquez, Ver.

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