La catarsis se hizo presente y ninguno de nosotros sobrevivió. Todos nos esparcimos sobre el concreto hechos un líquido sanguinolento y putrefacto. Millones de perros de todos los rincones del país vinieron a ver el espectáculo y a devorarnos con frugalidad. Fue excitante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario