domingo, 26 de abril de 2009

La corta vida



Como crisálida envuelta en grandes burbujas,
indefensa e inocente en su mundo diametral,
no comprende la gravedad del asunto
en el que se sumerge hasta el cuello.

El predador observa con gula y deseo,
saborea a la crisálida ingenua y dormida,
llega despacio, con dulce aroma que envuelve
y ella se deja atrapar por las garras de la muerte.

Cuántas desdichas traerá al pequeño universo
el ciclo de vida de estas criaturas,
que muertas ambas estarán al final del día
con el dulce sabor a victoria en los labios.

28 de Septiembre de 2000.
México, D.F.

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