lunes, 6 de julio de 2009

20

Como ya había dicho, voy a omitir la parte donde solamente les escribía cuentos.
También voy a decir una que otra estupidez, que para eso también sirven estos blogs.

Pero antes, quiero disculparme por no haber puesto el cuento del domingo a tiempo. Fíjense ustedes que sí estaba listo y preparado para postearse, pero creo que no estaba bien programado que resultó que no salió. De todos modos no creo que importe mucho... estoy seguro de que ni se dieron una vuelta el domingo para ver cómo estaba.
No hay pedo, yo tampoco pensé mucho en vosotros.
Aunque esa falta de atención en su servilleta le sirvió para pensar un rato. ¿Nunca les ha pasado esa onda de que despiertan y no saben dónde están? Hasta se extrañan de que no estén babeando su almohada. Voltean hacia arriba y ven un poster de una película que sabes que tu no tienes en tu cuarto/casa/depto... Hasta la ubicación de la entrada de la luz solar por la ventana es extraña y sabes que no corresponde al lugar donde crees estar dormido.
Bueno, pues algo parecido me pasó el sábado.

Por otro lado, ando como que queriendo encontrar una rola que escuché en un comercial de la tele. Pero por otro lado, como que nomás no quiero. Porque también suele pasar, ya sea con una rola o con todo un álbum, que realmente no está tan bueno como creías. Y ¡chín! compraste todo el álbum y la única rola buena era la que habías escuchado en casa del Elotes cuando estabas asaltando el refri en la fiesta que organizó para festejar que había pasado la mayoría de los exámenes de la escuela. Y a la mera hora resultó no tan buena la rola... se escuchaba mejor con los cuatro mojitos de epazote entre pecho y espalda que te preparó el Elotes al llegar a su casa.
Pero entonces ya tendrás tu disco original de los "Sugar tiny beasts" con doce canciones que nomás te gusta UNA. Y nomás el estribillo.
Espero no les haya pasado.

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